Con los ojos del espíritu: Borges imagina a Xul Solar

Autores/as

  • Patricia M. Artundo

Palabras clave:

Arte argentino, San Signos, I Ching

Resumen

San Signos identifica a un conjunto de 64 visiones experimentadas por Xul Solar a partir de su trabajo con los hexagramas del I Ching. Jorge Luis Borges se refiere a las visiones de Xul a partir de la década de 1960. ¿Por qué esa necesidad de contar una historia de Xul Solar, de crear un símbolo “convincente”, capaz de identificarlo? Borges sabía lo difícil de asimilar que su amigo resultaba para muchos. Creer en su historia significaba sacarlo del riesgo del olvido y del silenciamiento al que estaba expuesto. Ese anecdotario no lo alejaba de aquello que consideraba esencial en él, el haber sido “un reformador del universo”. Para Borges referirse a él solo como pintor era incompleto, Xul había sido un visionario, un místico y como tal, un poeta. Sin embargo, a partir de 1977 la imagen pública de Xul Solar se afirmó en la figura del artista, pintor y creador multifacético (imagen que encontró sustento en la relectura de las vanguardias artísticas en América Latina de fines de esa década y en la que Xul ingresó por derecho propio). En un proceso inverso, sus visiones pasaron a estar ocultas o protegidas de la mirada profana. En una Argentina en plena dictadura militar, era difícil pensar en aquel Xul visionario y, menos aún, construir su memoria sobre aquello que había sido esencial para Borges: la figura de un pintor, místico y visionario, en definitiva, un poeta.

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Publicado

2018-11-10

Número

Sección

Artículos

Cómo citar